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76 Aniversario

Generación 77

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Poesía Falconiana

Actualizado: 14 may 2022


Dr. Ulises Ramón Daal

Escritor, Poeta Falconiano (Coriano)

Descendencia Serrana

su ascendencia e inicios en la poesía llaman al clamor de tiempo y espacio magnificados por la gloria del amor y la esperanza que se reflejan en esa pluma que llena los espacios vacios del alma blanca.


 

Hay tiempo de lluvia

y en tus manos vienen sembradas las flores amarillas


Sigo siendo dueño de los ojos que envidias

al estar en los tuyos

mientras este

mi cuerpo

no pretende salir de las miserias


Si se acaba mi espera

si enveneno mis sueños

cántame la canción que odio

No traigas a mí

tus flores amarillas


 

No escribiré el Último Poema

porque el final es el principio

(no existiendo ninguno)

muere el espacio

llevándose las plazas

y sus fuentes de agua accidentales


No veré la sangre volar por el aire

habitaré en tus ojos

y en las noches oscuras escondidas

detrás del algún anuncio

vomitando quizás

falenas de agonía


Cuando nos visite el Mar

(algún día de estos)

decidiremos entonces

la otra vida

(no existiendo ninguno)

Nunca te escribiré el Último Poema


 

Yo sé

que esta Ciudad se ha embriagado de ausencia

observando el punto luminoso

que opaca sus noches en septiembre

No ha dormido nunca

aunque sus ventanas se apaguen

a las 10 PM

Consume una espera que no está en venta

enseña

su piel para que no la confundan

con el cruzar de estrellas de otros cielos

y le pertenezco

 

Cuando el mundo no representa nada;

o talvez por demasiado, se me escapa,

reviso los papeles que me acreditan para seguir viviendo

y pienso, que la brújula fue la maldición; y la grandeza muestra,

sirvió para continuarla.

No llego cansado...

estoy en mayor capacidad de aceptar la frustración

como cualquier otro mal natural de la existencia;

entendiendo que mis amigos,

elevados hoy a la comprensión de la realidad, huyan,

porque soy --según se afirma--

la suspensión etérea de la discusión.

Entonces,

mi despedida solo puede ser esta:

adelante están todos; detrás están todos; en el centro están todos;

y en la suspensión del Sueño, habito,

rumbo al desconocer de las miserias en que se desvanecen.


UD/1983.

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